La palabra "Urumbe" (cáctus en guaraní, idioma predominante en Paraguay) me surgió al buscar un símbolo que pudiera representar a la literatura joven en Paraguay tras habérseme encomendado una charla sobre este tema en la Feria del Libro de Buenos Aires (Argentina) en el 2019. El nombre está inspirado en una afirmación de Cave Ogdon (“Paraguay es un desierto cultural”). Claro, además, me gustan los cactus y sé que a otrxs autorxs paraguayxs también, como por ejemplo: Patricia Camp (quien me supera ampliamente en fanatismo por estas plantas).
Cada uno de nosotrxs, escritorxs jóvenes, crecemos a pesar de la falta de agua, practicamos la tan mentada ‘resiliencia’. Estamos ahí, a pesar de las condiciones adversas a nuestro arte. Vivimos en un calor extremo, de manera literal y metafórica. Pero aguantamos. Resistimos. Leemos. Escribimos. Somos plantas trabajadoras y diversas. Somos plantas factótum: feriamos, hacemos talleres, editamos a otrxs cactus, creamos espacios culturales en medio de la sequía y escribimos textos como éste que estás leyendo. Todo a pesar del clima.
Lo bello: cada cactus es diferente. Cada uno luce diferente. Y de los cactus brotan flores.
Como resultado de nuestro esfuerzo cada vez nos leen más. Dentro y fuera del Paraguay. En guaraní, castellano, jopará, portugués, inglés… En libros físicos, digitales, cartoneros, fanzines, en plataformas como Wattpad o Amazon, en viñetas de historietas. Formamos parte de redes que superan las fronteras como Liberoamérica. Nos escuchan en podcasts. Ven lo que escribimos para medios audiovisuales. Sin embargo, aún somos plantas silenciosas y estamos aisladas unas de otras, cada quien en su maceta.
#Urumbe, al ser una conversación, busca quebrar el silencio. Y al actuar en diferentes plataformas virtuales y offlines, busca romper con la ya desgastada frase de “isla rodeada de tierra”, que es insostenible en un 2019 d.C. La autocondena del encierro debe cesar para reintegrarnos a nuestra región, Latinoamérica, y para conectarnos entre nosotrxs. Para por fin mirarnos más allá de nuestra maceta individual.
#Urumbe no es una organización, ni emprendimiento, ni marca ni medio de comunicación. Es una conversación que nos interpela. Una discusión que busca suscitar otras discusiones en torno a quiénes somos y a lo que escribimos. Es una idea que busca encenderse y transformarse. Por eso es un hashtag. Un simple hashtag que puede ser usado en cualquier lugar y por quien sea.
Más importante aún, #Urumbe nos confronta y nos dice que es importante conocernos entre nosotrxs. El director y guionista Marcelo Martinessi ha resaltado en varias entrevistas que la sociedad paraguaya es una de encierros. #Urumbe nos quiere sacar de esa atomización, de nuestra isla personal rodeada de tierra, porque “no man is an island”. No woman either.
#Urumbe nos hace salir un poco del propio encierro. Nos dice que si queremos visibilidad, debemos visibilizar a otrxs. Nos indica que nuestros esfuerzos individuales serán mucho más potentes si coordinamos, pensamos y hacemos colectivamente. Nos invita a comenzar a hablar entre nosotros. A conocernos. A leernos. A seguir escribiendo más y mejor. A unirnos. Así seremos parte de algo más grande. Así haremos de este desierto un bosque.
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Norma Flores Allende. Escritora y comunicadora nacida en El Salvador (Centroamérica). Desde el 2001 vivo en Paraguay con interrupciones en Argentina. Mi nacionalidad verdadera es latinoamericana, pero también le debo mucho al Paraguay que me ha adoptado y cuyo acento asunceno he adquirido.